¡Hola Mami! Qué guapa te veo hoy.
He tenido que aparcar cerca del parque porque esta
calle está siempre llena de coches, menos mal que por la tarde se queda
tranquila y no te molestan con los ruidos.
¿Te gusta el vestido que llevo? Lo compré ayer en
las rebajas y he traído una blusa para ti. Mira que colores más alegres, es bonita,
¿verdad?
Anoche estuve en el cine con Carlos viendo una
película preciosa, de esas que te gustan a ti. Por cierto, vi allí a tu amiga
Rosa y me ha dicho que te diera un beso muy grande, así que toma, muak y
requetemuak.
Uhm… ¡Que suave tienes la cara, que calentita! y
que bien hueles.
¿Es la colonia de siempre?
Mami…, mamá, maaamá. Háblame o mírame, estoy aquí.
He venido a verte y ya sabes que no me gusta que me ignores.
Voy a abrazarte como tú lo hacías conmigo.
No me olvides, soy yo, tu “niña”. Por favor, eso
sí lo tienes que recordar, sólo eso mamá. Tienes que quedarte algún recuerdo,
que no te los quite esa “maldita enfermedad” que arrebata todo; la memoria, la
voluntad y la fuerza para luchar contra ella, desarmándote.
(Salen lágrimas de mi alma, no puedo evitarlo,
pero eso no te lo cuento)
Bueno, estoy aquí un ratito contigo y luego me voy,
porque tengo que hacerles la comida a los niños. Cuando llegan del colegio
vienen hambrientos, y eso que les pongo algo para el recreo.
Mañana vamos a ir al parque, las dos juntitas, que
el tiempo pone sol.
¿Vale Mami?
Nuria Biosca
Enero 2016
Enero 2016
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