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martes, 27 de noviembre de 2012

Plaza Grande y Plaza Chica



Zafra ha destacado de otras poblaciones cercanas a ella por ser desde sus orígenes una población de comerciantes y artesanos, la Plaza Grande y la Plaza Chica han sido escenarios de sus actividades. Antiguos pobladores: musulmanes,  judíos y cristianos han dejado huella en estas dos plazas, así como los mercaderes Cameranos.
Además de centro comercial urbano de la Villa (S. XV), la Plaza Grande ha sido escenario de los principales acontecimientos sociales, profanos y religiosos, festejos populares, usada como coso taurino (S. XVI) y fue un salón de audiencia real en 1977, con la venida de los anteriores Reyes de España don Juan Carlos y doña Sofía para inaugurar las obras de restauración que se hicieron en ambas plazas. (En 1973, siendo don Juan Carlos príncipe fue nombrado “Alcalde Perpetuo Honorario de Zafra”).
Bellas Artes las declaró oficial “Conjunto Histórico Artístico” en 1965.

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       LA PLAZA GRANDE 
Mide 90 x 35 mts. y tiene 72 soportales. De ella arrancan tres calles principales: calle Sevilla, calle Tetuán y calle Huelva, para ir al Oeste nos adentramos en la Plaza Chica hacía la calle Jerez, concluyendo en una de las puertas de la primitiva muralla. (Puertas más destacadas: Puerta Sevilla, Badajoz o del Cubo, Los Santos y Puerta Jerez).
La Plaza situada dentro del casco urbano era centro de citas y donde se establecían los ricos mercaderes con sus tiendas de tejidos, los judíos colocaban sus tenderetes bajo los soportales y más adelante los Cameranos comerciantes de la Rioja. Hasta la plaza llegaban los coches de mula por el empedrado de la calle Sevilla.
En su disposición original presidía la plaza una primitiva Iglesia de Sta. María y su anejo cementerio, derribada en el S. XVI, se traslada a los solares vecinos la nueva Iglesia de la Candelaria (1546). La plaza ganó espacio y con esta ampliación se consideró nueva en aquel momento.
De la primitiva iglesia tenemos una pila bautismal que puede verse en la Candelaria, en la capilla de la Virgen de la Valvanera.

El nombre de las plazas porticadas solía ser “Mayor”, pero en Zafra al haber dos en el mismo centro se les diferenciaba por Grande y Chica.
La Plaza Grande tuvo otros nombres:
En 1825 “Plaza del Rey”, más adelante siguiendo una orden comunicada a todas las poblaciones del país se llamó “Plaza de la Constitución”, en 1936 se puso una lápida de mármol con el nombre de “Plaza José Antonio Primo de Rivera” (Fundador de la Falange Española) con tres  bombillas alrededor que se encendían en días de fiesta. De vuelta la democracia, una mañana apareció destruida esta lápida y en el 1986 el Ayuntamiento determinó conservar su viejo nombre “Plaza Grande” como la habían venido llamando desde siempre.

Coso Taurino en el S. XVIII - S. XIX era uno de los usos que se le daba a la plaza. Los balcones eran palcos elegantes de damas, caballeros y clérigos. Existía en el centro de la plaza una argolla de hierro donde ataban los toros que se lidiaban todos los lunes. La plaza se cerraba por los extremos de las calles que en ella concurren, con unos maderos que se introducían en unos huecos. (Podemos ver uno de estos huecos en la calle Sevilla, al comienzo, en la pared de la derecha).
En el 1700 las cofradías religiosas organizaban, entre otros actos populares, las corridas de toros que se hacían en la Plaza Grande por la fiesta del Corpus. Para sufragar sus gastos se pedía por las casas de la Villa como era costumbre.
Estos festejos taurinos también se celebraron para conmemorar el juramento de la Constitución por el rey Fernando VII en 1820, delante del retrato del monarca, y para el socorro o ayuda de los niños expósitos. (Constitución proclamada por las Cortes de Cádiz, 19 Marzo 1812 “La Pepa”).
El coso taurino de la Plaza Grande dejo de servir como tal en 1834 al comenzar las obras de la futura Plaza de Toros, inaugurada en 1844.

Reformas del S. XX en la Plaza más importantes:
En 1935, se uniformó su pavimento con un suelo de cemento, se instalaron bancos de granito, se plantaron naranjos en su entorno, en el centro se puso una fuente de piedra de granito con taza octogonal y cuatro caños de donde salía agua de manantiales, se hicieron servicios públicos urinarios subterráneos (lo más costoso). Sobre los servicios había una especie de placita en alto con barandillas de hierro y balaustradas de granito, esta placita sirvió de escenario de actos públicos como misas de campaña para colectivos militares.
En la obra aparecieron restos humanos del antiguo cementerio.
Se dice que terminada esta gran reforma se obsequió a todos los obreros que intervinieron con una comida, en medio de la plaza, por el orgulloso resultado de la importante obra.
En 1976, se hace una reordenación y se restauran todas las fachadas con la sorpresiva aparición de unas interesantes ventanas y ajimeces al picar las paredes. Los arcos de ladrillo de los soportales fueron descubiertos. La fuente central se ubicó en una zona donde ahora hay palmeras y bancos de granito, en la parte estrecha de la plaza.
Para el nuevo pavimento de la plaza se optó por un suelo de losas de granito en portales y acerados y cantos rodados en el centro.
La plaza se fue modernizando, pues las casas más antiguas datan del S.XVIII.
Si damos una vuelta por la plaza podemos detenernos en alguna de sus casas.

Las Casas siguiendo la numeración en giro y empezando por la esquina derecha que da a la calle Tetuán:
1. Con una buena vista a la Plaza, en ella estuvo la pastelería de Antonio Márquez, con su renombrado obrador de donde salían elaboraciones como los pasteles “consejos” que tenían fama de exquisitos, deliciosos y aromáticos.
2. Sencilla pero original por su único balcón, cientos de veces fotografiado, porque la dueña, Pilar Pizarro, supo adornarlo con la alegría y belleza de sus macetas, siempre lleno de flores bien cuidadas hasta que falleció, que dejaron de regarse y se mustiaron, a pesar de que en un principio hubo promesas por parte del ayuntamiento de cuidarlo.
3. En este rincón había un callejón que comunicaba con la calle Badajoz, por detrás de la Candelaria. Desaparece al taponarlo con una taberna y una barbería.
4. Aquí vivió un médico portugués Pedro Silva. Sus sobrinas, herederas de la casa y su fortuna eran conocidas por “las portuguesas” por su origen luso.
5. En esta casa estaba el consultorio médico quirúrgico de Francisco Soto que fue Alcalde de Zafra en los años treinta.
6. Un inmenso letrero indicaba que había una farmacia, la de Tomás Álvarez un hombre muy pequeño de estatura que hizo sus investigaciones en su profesión y con éxito elaboró el Tónico Álvarez, un medicamento de su laboratorio indicado para las convalecencias, la falta de apetito y ayuda para las embarazadas. Otro fármaco el Fenotimol Álvarez servía para las enfermedades de la boca, las evitar caries y calmar el dolor. Se vendían de forma autorizada en las farmacias del país. En su botica tenía una colección de frascos y tarros de cerámica historiada con escudos e inscripciones. Hoy en día se ha convertido en un bar que mantiene las antiguas pinturas de la bóveda, con motivos de farmacia.
7. Esta sale un poco del recinto de la plaza, pues se adentra hacia la calle Sevilla, a la que puede mirar desde su privilegiado mirador acristalado. Sus dueños una familia camerana, los Vidaurreta
8. Con un balcón en forma de “L” este vecino podía mirar tanto a la plaza como a la calle Sevilla.
9. De más reciente construcción que la mayoría de la plaza, se le permitió a sus dueños levantar algo más su fachada. Hermosos balcones de estimables herrajes hacen de ella un escaparate para la plaza.
* Esquina de la Plaza con calle Pasteleros. En lo que hoy es un Hotel estuvo instalado un bar llamado “La Perla”. Eloísa Tascones era su encargada y la particularidad es que estaba servido por camareras. Los vecinos denunciaron al ayuntamiento los escándalos que se originan en aquel bar por estar servido por mujeres, algo inusual entonces y acabó cerrándose. Años más tarde será la casa de un joven abogado de Almendralejo Antonio Chacón, que instaló aquí su bufete y en 1960 sería elegido Alcalde. Su hija Dulce Chacón vivió aquí.
10. De la casa de Los Marqueses de Encinares destacan varias cosas: Su amplia portada, un curioso adorno (un cordón franciscano) tallado en piedra que recorre la entrada, un amplio balcón (bajo este balcón se recibió a los reyes de España don Juan Carlos y doña Sofía en 1977), un escudo nobiliario con una piedra circular con una inscripción “Comenzó el año 1775 y acabó en 1776 Victoria fue”.
Observamos en la parte izquierda de la fachada como se adueñaron del espacio de un soportal.
11. En esta casa de tres espléndidos balcones estuvo instalada otra farmacia, la de Juan Álvarez hermano de Tomas, sin temor a competencias.
12. Es una de las más antiguas, vivía la familia de los López comerciantes de telas y sedas. En el año 1600 se unió con la casa de al lado (por venta), la que fue vivienda de Pedro de Valencia, humanista zafrense. Las fachadas al llevar diferentes adornos, cuando se unen las dos casas, se unifican sus estilos ocultando las diferencias. Después, en 1976 cuando se realizan las obras de restauración de las casas, se separan.
*Hay que destacar las inscripciones de las columnas de la plaza, cerca de la casa de los López encontramos esta:
“El día 5 de Mayo de 1726 salió el Santísimo Xpto del Rosario y entró en la Colegiata”

*Entramos en la Plaza Chica pasando por El arquillo de la Esperancita o arquillo del pan (ahí se situaba el puesto de los panaderos) donde se unen las dos plazas y existe una hornacina con una pequeña imagen en madera policromada de la Virgen de la Esperancita y un retablito barroco      (S. XVII) con las figuras en lienzo de Santo Domingo y San Fco. de Asís, patronos de las órdenes religiosas de dominicos (convento de Sta. Catalina, del Rosario) y franciscanos (convento de Sta. Marina). Es de Blas Escobar, el mismo autor que hizo el retablo mayor de la Candelaria.

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       LA PLAZA CHICA 
De las dos plazas la más antigua es la Plaza Chica.
Vivas Tabero, escritor local, autor de “Glorias de Zafra” afirma que esta plaza fue el asentamiento de la primitiva población morisca, de ahí el influjo musulmán.
Su uso mercantil propició que fuese porticada tempranamente, excepto en uno de sus lados.
Mide 40 x 25 mts. y tiene 27 soportales. Los soportales de arcos de medio punto se apoyan sobre columnas de granito y mármol de variados capiteles. Hay dos columnas romanas (frente al bar Zoco y frente al Manolón).
Todos los cronistas extremeños coinciden en que hasta el siglo XVI, las casas estuvieron cubiertas de azulejos moriscos, al estilo del ajimez de la calle Boticas, y se destinaron a ser posadas, mesones y tiendas.
Era el lugar donde se celebraban los mercados semanales autorizados desde el S. XIV, (1380), por lo que allí estaba el cuarto del almotacén (Persona encargada de vigilar y controlar pesos y medidas de los mercados). Para poder comprobar las medidas de los géneros estaba la Vara de medir.

La Casa Consistorial o Ayuntamiento se estableció en esta plaza hasta el siglo XIX que se traslada al Pilar Redondo (en 1881), entonces el edificio se destinó a Palacio de Justicia con algunas transformaciones. Una parte se habilita para cárcel y calabozos del partido judicial. Actualmente es la Escuela de Música. Apreciamos un testigo de la fachada de otra época; un marco plateresco en piedra del S. XVI, con motivos renacentistas y un jarrón con azucenas, antiguo símbolo  de la pureza de la Virgen de Zafra. En sus orígenes (1430) era una casa con su fachada cubierta de azulejos árabes hasta que se levantó el nuevo edificio, ahora de estilo neoclásico. Las últimas reformas se hicieron en 1976.

La Casas más significativas son:
De gran interés la casa número 6, cuya fachada tiene columnas de media caña adosadas a pilares cuadrados, con capiteles mudéjares de dibujos artísticos y con volutas jónicas. La entrada de esta vivienda está decorada con adornos de ladrillos en forma de lazadas, en los arcos que  la limitan con la de los vecinos. En la fachada superior vemos una original ventana  en arco, de hierro con una serie de cabezas aladas de ángeles en los barrotes verticales, y con un remate hecho de forja coronándola.
En otra de las fachadas encontramos un bello ajimez mudéjar, con un friso decorativo de ladrillos formando un dibujo de arcos.
En el lugar de la vivienda arrinconada junto a la fachada del Palacio de Justicia existía un callejón estrecho, que comunicaba esta plaza con la calle y fachada del Hospital de Santiago.
Al otro lado de la plaza, en la casa número 10, a principios del S. XX estuvo la primera tienda de tejidos de Matías la Orden, antes de trasladarse a la calle Sevilla.
En la casa número 14 de otro costado, con una puerta en ladrillo rematada con un singular arco, hasta hace unos años, tenía su tienda de ultramarino “Manolón”, tradicional y con solera.
Un oficio artesanal de los últimos en la plaza fue el de un industrial de la hojalata, en un local situado cerca de la Vara de medir.



La Vara de Zafra mide 83´53 cms. Tiene cinco muecas para adaptarse a la variedad de medidas públicas que había en uso en aquellos tiempos en España: palmo, cuarta, píe, braza, codo…
La forma de la columna nos indica que este no fue su primitivo lugar, está plana por detrás, de lo que se deduce que estaba pegada a una pared, además hay tres huecos en la parte superior alrededor, donde estaban colocados los maderos que la sujetaban mientras que la situaban de columna donde descansa el arco.
En 1884 se prohíben todas las medidas que no fuesen decimales, nuevo Sistema Métrico Nacional.
(Más información en Revista de Feria 1989).

Los nombres de la Plaza Chica han sido:
“Plaza de Isabel II” (1850)
“Plaza de la Libertad” (1914)
“Plaza del siete de Agosto” (1936). Día la de ocupación de Zafra por las tropas de Franco.
“Plaza Chica” (Siempre)

Reforma y mejoras más importantes en la Plaza se hicieron:
En 1944, siguiendo un proyecto de un arquitecto madrileño, Francisco Velasco, se arregla el pavimento del centro de la plaza conservando el suelo que estaba debajo de los soportales. Para el centro se hace un diseño artístico con piedras, tipo mosaico.
Se coloca en el centro una Cruz de forja de hierro que hizo el maestro Antonio José Castellanos sobre una columna y escalinata. El párroco de entonces se encargó de la bendición de esta cruz.
(Se le quitó la pequeña escalinata y ahora es de “quita y pon” para comodidad de algunas actividades).
En 1976, se hace una nueva restauración y remodelación junto con la Plaza Grande.
Pavimento, columnas y fachadas son arreglados. A las columnas se les devuelve su estilo quitándoles el antiguo refuerzo de ladrillos y se aseguran sus cimientos. Los arcos de ladrillo se descubren y se restauran, así como las fachadas, descubriendo antiguos adornos ocultos.

Propongo: Buscar columnas con inscripciones:
Plaza Chica “Día 7 de Abril de 1734 salió el SSMO XPTO del ROS. Por quinta vez siendo Alc. Dn. Man. de Sals."…
Plaza GrandeEl día 5 de Mayo de 1726 salió el Santíssimo Xpto del Rosario y entró en la Colegiata”.

*Actualidad: Admiradas por sus visitantes, las Plazas han divulgado su imagen, cobrando prestigio y han servido de escenarios para películas como “La Cera Virgen” “Los Santos Inocentes” “El crimen de Don Benito” “Jarrapellejos” y  “Curro Jiménez”.
Actualmente, se celebra en verano una gran fiesta medieval “De la Luna Al Fuego” un gran mercado que nos recuerda su pasado. Fiestas como los Carnavales, la “Velá de la Esperancita” y otras, nos permiten disfrutar de ellas como se hizo en otros tiempos. Y aún puedo recordar como los vendedores de melones y sandías instalaban aquí esos productos que inundaba la plaza con su olor.

1 comentario:

  1. El centro de la plaza grande tiene un pilar, con una inscripción que dice; 1935 E.M, referido a su remodelación

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